miércoles, 11 de abril de 2018

11/04/2018. NOS ESCRIBE UNA MADRE:



Buenos días:

Me pongo en contacto con vosotros ya que me gustaría exponeros brevemente la situación que estamos viviendo con mi hija (acaba de cumplir 5 años) y la respuesta que nos ha dado la orientadora escolar.

Mi hija es una niña con muchísimas ganas de aprender y desde casa siempre estamos pendientes de sus demandas para proporcionarle los recursos que necesita, y lo cierto es que va muy avanzada respecto a los objetivos de su clase (aula de 4 años); ha aprendido a leer prácticamente sola sin nuestra ayuda (en el colegio solo están centrados en reconocimiento de las letras), suma y resta con facilidad y así un largo etcétera.

Al ir a recoger el informe de evaluación del segundo trimestre su profesora nos dice que la niña lleva unos 2 meses totalmente desconectada de la clase, a lo que yo le contesto que efectivamente, mi hija nos insiste en que se aburre coloreando y haciendo siempre lo mismo. Le enseño los trabajos que hacemos en casa habitualmente, y ante el asombro de la profesora, quien me reconoce que es la primera vez que se le presenta una situación similar, quedamos en que consultará con la orientadora escolar.

Tras 3 semanas de espera hoy he recibido una llamada telefónica de la orientadora y en resumidas cuentas me indica lo siguiente:

- Tenemos que dejar de adelantar contenido en casa aunque la niña lo demande, ya que esto no le va a traer más que problemas en el futuro debido a que se va a aburrir en clase. Además, va a tener “lagunas” que la van a perjudicar considerablemente.
- La niña si ha aprendido a leer, escribir, sumar, antes de tiempo, es únicamente por ansias de protagonismo y de querer sobresalir sobre el resto de compañeros. Esto lo basa en que la profesora ha detectado que estas dos ultimas semanas, desde que mi hija sabe que he puesto en conocimiento de la profesora y la orientadora la situación, está más desafiante con la profesora y no acata las normas como antes.
- Cree que la niña es precoz pero hasta más adelante no valora la posibilidad de evaluarla. Además, para plantearse un diagnóstico de altas capacidades, la niña tendría que sobresalir en muchas áreas distintas y eso está por ver.

Me encuentro hecha un auténtico lío ya que en cierto sentido me he sentido culpable de apoyar a mi hija en su “necesidad” de adquirir conocimiento y no sé muy bien qué camino tomar.  Pensaba que le realizarían los tests pertinentes para saber cómo enfocar el tema y me encuentro con que sin ni siquiera haber hablado con mi hija, la orientadora ha sacado una conclusión muy lejana a lo que observamos sus padres.

Entiendo que con estas pocas líneas es muy complicado que entendáis la situación, pero necesitaba expresarme y pedir vuestro consejo respecto a si es ésta la respuesta que suele tenerse por parte de los orientadores escolares o si bien creéis que dada la situación sería recomendable una segunda valoración por profesionales ajenos al centro escolar.