Después de años de búsqueda infructuosa,
por fin, a través de Adimac, me han hablado de Vd. como psicóloga especializada
en personas de altas capacidades con actividad profesional en Bilbao (a
principios de este curso me dirigí al colegio de psicólogos y no obtuve ninguna
respuesta).
Tengo un hija de 21 años que ha sufrido
todo lo que puede sufrir una niña con sus características: incomprensión por
parte de los profesores, malas calificaciones, hacerle repetir 1º de ESO como
forma de "domarla", no identificación con los niños/as de su edad,
preferir las conversaciones con adultos con la consecuente falta de amigas de
su edad y sensación de soledad en muchas ocasiones.
A instancia mía, cuando tenía 13 años la
psicopedagoga del colegio le realizó unas pruebas cuyo resultado fue decirme
que mi hija tenía altas capacidades y un coeficiente orientativo de 140. Esto
devolvió un poco la confianza en sí misma a mi hija, confianza que le quitaron
en el anterior colegio los profesores, pero no le solucionó sus problemas de
relación.
Ha estado en cuatro psicólogos
diferentes y siempre se ha sentido incomprendida y al de 3 o 4 sesiones ya no
quería volver.
En la actualidad cursa 3º de Grado en
Ingeniería Civil sin problemas académicos, pero a mí me sigue inquietando su
falta de amistades en clase. Creo que por todo lo que le sucedió durante
infancia y adolescencia subsiste cierta falta de seguridad en sí misma que le
impide ser ella del todo.
Deseo saber si podría ayudarle a, como
dicen en su portada, descubrirse, aceptarse y quererse para que pueda tener la
vida plena que se merece.
En espera de su respuesta, le saluda
atentamente
A-
Estimada A-,
Nuestra especialidad y
vocación es trabajar los distintos aspectos, unos más favorables que otros, que
coexisten en las personas con alta capacidad.
Consideramos que es preciso
disponer de una visión de conjunto sobre lo que sucede y un conocimiento que se
basa principalmente en la experiencia e interacción permanente con este
colectivo: niños/as, jóvenes, familias, profesores y distinta modalidades de
profesionales de la intervención: de pediatras a psiquiatras, pasando por
orientadores y terapeutas. Este es en realidad nuestro arsenal principal.
Nunca me comprometo a
trabajar con una persona a la que no conozco, ya que entiendo que es muy
distinta la demanda que llega desde los padres a la que ella puede tener, y
dependiendo básicamente de lo que ella solicite determinaré si es o no la
intervención que realizamos, que es muy concreta y orientada a este colectivo que
tan bien a descrito en su 2º párrafo.
Primero quisiera saber su
nivel de colaboración, que suele depender de la cantidad de esperanza que le
quede. El primer paso es que venga al despacho y le atendemos, a partir de ahí
continuaríamos esta conversación.
Me resulta más fácil encontrar un hueco por la mañana que por la tarde y
como no va a ser la única joven, cursando ingeniería que realiza un TEP con
nosotros, sé que pueden tener cierta disponibilidad de horario por la mañana.
Que me escriba ella (refiriéndose a este mensaje) y me diga en que días y
horas podría acudir, si lo desea. Le podemos ayudar, nuestro enfoque es
singularmente distinto a lo que haya podido estar haciendo con anterioridad.
De continuar el proceso en primer lugar realizaríamos una evaluación emocional y de conducta y sería preciso contar con la participación de la familia.
Un saludo,
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