Me preocupa la utilización que en determinadas situaciones se hace de "LO EMOCIONAL" que parece un saco en el que cabe todo, y nos aterra mirar.
Infinidad de reflexiones respecto a lo emocional me parecen interesantes, pero en ocasiones vemos que introducir indicadores o parámetros más difícilmente medibles; no sólo no ayuda sino que entorpece el proceso.
Intentaré explicar esta reflexión, últimamente nos encontramos que la razón argumentada para no intervenir es una "dificultad emocional", o incertidumbre sobre lo que ocurrirá con lo emocional; y no me parece serio, ni una estrategia en la que debamos dejarnos llevar.
Las familias se asustan con sólo escuchar el término, empiezan a temblar de pies a cabeza, y quienes la utilizan como una herramienta con la que manipular, lo saben.
Lo emocional ha de integrarse como un indicador más de la capacidad intelectual, si es un inconveniente significa que algo se está haciendo mal; no debe apuntar a la inacción, más bien todo lo contrario.
Intelectual es todo, integra lo cognitivo, lo emocional y lo social.
Recomiendo cautela al exponer determinadas circunstancias emocionales que no siempre son consideradas como argumentos de la situación, y pueden ser interpretadas como inconvenientes para la acción.
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