domingo, 9 de febrero de 2014

UNA MADRE PREOCUPADA

Después de años de búsqueda infructuosa, por fin, a través de Adimac, me han hablado de Vd. como psicóloga especializada en personas de altas capacidades con actividad profesional en Bilbao (a principios de este curso me dirigí al colegio de psicólogos y no obtuve ninguna respuesta).

Tengo un hija de 21 años que ha sufrido todo lo que puede sufrir una niña con sus características: incomprensión por parte de los profesores, malas calificaciones, hacerle repetir 1º de ESO como forma de "domarla", no identificación con los niños/as de su edad, preferir las conversaciones con adultos con la consecuente falta de amigas de su edad y sensación de soledad en muchas ocasiones.

A instancia mía, cuando tenía 13 años la psicopedagoga del colegio le realizó unas pruebas cuyo resultado fue decirme que mi hija tenía altas capacidades y un coeficiente orientativo de 140. Esto devolvió un poco la confianza en sí misma a mi hija, confianza que le quitaron en el anterior colegio los profesores, pero no le solucionó sus problemas de relación.

Ha estado en cuatro psicólogos diferentes y siempre se ha sentido incomprendida y al de 3 o 4 sesiones ya no quería volver.

En la actualidad cursa 3º de Grado en Ingeniería Civil sin problemas académicos, pero a mí me sigue inquietando su falta de amistades en clase. Creo que por todo lo que le sucedió durante infancia y adolescencia subsiste cierta falta de seguridad en sí misma que le impide ser ella del todo.

Deseo saber si podría ayudarle a, como dicen en su portada, descubrirse, aceptarse y quererse para que pueda tener la vida plena que se merece.

En espera de su respuesta, le saluda atentamente


A-


Estimada A-,

Nuestra especialidad y vocación es trabajar los distintos aspectos, unos más favorables que otros, que coexisten en las personas con alta capacidad.

Consideramos que es preciso disponer de una visión de conjunto sobre lo que sucede y un conocimiento que se basa principalmente en la experiencia e interacción permanente con este colectivo: niños/as, jóvenes, familias, profesores y distinta modalidades de profesionales de la intervención: de pediatras a psiquiatras, pasando por orientadores y terapeutas. Este es en realidad nuestro arsenal principal.

Nunca me comprometo a trabajar con una persona a la que no conozco, ya que entiendo que es muy distinta la demanda que llega desde los padres a la que ella puede tener, y dependiendo básicamente de lo que ella solicite determinaré si es o no la intervención que realizamos, que es muy concreta y orientada a este colectivo que tan bien a descrito en su 2º párrafo.

Primero quisiera saber su nivel de colaboración, que suele depender de la cantidad de esperanza que le quede. El primer paso es que venga al despacho y le atendemos, a partir de ahí continuaríamos esta conversación.

Me resulta más fácil encontrar un hueco por la mañana que por la tarde y como no va a ser la única joven, cursando ingeniería que realiza un TEP con nosotros, sé que pueden tener cierta disponibilidad de horario por la mañana.

Que me escriba ella (refiriéndose a este mensaje) y me diga en que días y horas podría acudir, si lo desea. Le podemos ayudar, nuestro enfoque es singularmente distinto a lo que haya podido estar haciendo con anterioridad.

De continuar el proceso en primer lugar realizaríamos una evaluación emocional y de conducta y sería preciso contar con la participación de la familia.


Un saludo,

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